Por el año 1970, Rafael y Néstor repasaron conclusiones obtenidas en charlas anteriores acerca de los diferentes sistemas posibles para crear un protector que preservara todo tipo de motores a combustión. Lo primero que debían realizar era la creación de una electroválvula. Fue la primera patente obtenida en los trabajos hechos para la fabricación del VIGIA; otorgada en 1972 por la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial. Remo Venica, hermano de Néstor, se encontraba en ese entonces en Corrientes y allá armó las primeras series de tableros. Allí se preparó al primer instalador y el primer vendedor del equipo VIGIA. También a principios de ese año se instaló en Arroyo Ceibal y sus alrededores la primera serie comercializada de 15 unidades.

En Febrero de 1973, ingresó Aldo Gregoret. Fue el primer obrero que acudió para dedicarse exclusivamente a las actividades del VIGIA. En abril se emplea Regina Colussi, la primera mujer obrera, para preparar las instalaciones eléctricas. La comercialización estaba a cargo de Rafael. Eran los últimos días de agosto de 1973. Rafael, Primo, Orlando y Aldo prepararon la valija de instalaciones y partieron a Mesón de Fierro, Chaco, a la primera exposición de la que participarían. Fue el primer gran despegue económico.

En Septiembre de 1973, la industrialización ya era una realidad, bastante bien organizada. El 24 de Septiembre de 1973, se dio la conformidad y se firmó El Acta Constitutiva de “COL-VEN SOCIEDAD ANÓNIMA”; el nombre se conformó con las primeras sílabas de los apellidos Colussi y Venica. La Red nació en Reconquista. Al primer distribuidor de equipos VIGIA, le fue otorgada la representación en Septiembre de 1973 con sede en ese lugar, pero con un área de acción que se extendía hacia el noreste argentino.

En 1974, se formó la distribución en Capital Federal y provincia de Buenos Aires. En 1987, con el fin de seguir ganando segmentos del mercado, la empresa decidió crear una oficina en Capital Federal.